La fuerza del mensaje de 3 generaciones, metidas en una cápsula para que sigan perdurando en el tiempo. Un verdadero regalo con alma.
¡Gracias MBG!
Este año quise hacer a mis hijas un regalo que les recordara a las tres mujeres que por vía materna les habían dado la vida, guardé en cápsulas un pedacito de cada una de nosotras.
Abuela
Una pulsera de oro bajo, una de las pocas joyas de mi abuela Carmen y que a su muerte me dio mi madre por ser su ahijada; como ella el oro es brillante, maleable, resistente a los elementos, capaz de reinventarse. Ella que sin haber ido a la escuela fue enviada a servir con nueve años y aprendió por su cuenta a leer, escribir, llevar las cuentas y ascendió hasta cocinera de una casa de lujo, que en época de hambre sacó adelante a sus cinco hijos y en unos tiempos en que el destino de la mujer era el matrimonio tuvo la claridad de mente para saber, que sus hijas, con preferencia a sus hijos, debían estudiar una carrera universitaria para poder mantenerse y ser independientes.
Madre
El coral rosa era, para mí, de un collar muy especial de mi madre, como ella un ser pequeño y débil en apariencia pero activo y dispuesto a formar parte de una gran familia; a quién la muerte le rondó durante toda su vida pues su salud fue frágil como el coral; que arriesgó su vida cinco veces en contra de las órdenes de sus médicos para traer sus hijos al mundo, que continuó con la carrera que su enfermedad había truncado y alcanzó grandes éxitos profesionales, y siempre de forma discreta y sin llamar la atención, siendo valorada, como el coral, cuando una vez en el más allá se une a otros organismos para formar figuras de belleza y valor incalculable.
Yo
La piedra es un topacio, parte de la primera joya que me regalaron mis padres cuando cumplí los 18 años y me puse un vestido largo por primera vez. Mi madre me dijo que la habían escogido porque representaba la honestidad y sinceridad y que yo tenía tanto de ambas virtudes que acabarían por arruinarme la vida.
¡¡Live the Life!!